Por la memoria histórica

La historia está ahí, no se puede olvidar. Forma parte de nosotros y de manera infantil, casi como riéndose de nosotros vuelve a aparecer para descubrirnos una nueva luz, un nuevo recodo de esa parte que hasta ahora nos era desconocida. La historia a veces se reescribe para añadir información, nunca para negar los hechos que ocurrieron y que millones de personas vivieron y sufrieron -como los pronazis o países como Irán niegan la matanza de seis millones de judíos sin ningún pudor-. La historia nos coge de la mano para enseñarnos el dolor que infrigimos, la esperanza que se creo y los pasos que dimos para conformar nuestra realidad actual. La historia ante todo nos enseña. Nos guía para que no volvamos a cometer los mismos errores del pasado y que seamos consecuentes con ellos.

Dicen que un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla, a revivirla. Es el caso de la imagen que me ha mandado mi amigo Alberto de Valencia, ¡muchas gracias! La gente quiere olvidar, mirar hacia otra parte porque tiene vergüenza de lo que pasó en el franquismo. ¿Cuántos casos trágicos han quedado sepultados bajo el silencio del tiempo? ¿Cúantos casos nadie recuerda como el de una abuela a la que delante de ella mataron a toda su familia, incluido al bebé de su hija y acabó loca en la cárcel? Es importante centrarse en el presente para construir un futuro, pero también es importante recordar el pasado por mantener viva la dignidad de aquéllas personas que perdieron la vida luchando por la libertad, por la democracia.

La gente se sienta en casa y disfruta de lo que le ha dado la vida, incluso de sus derechos. Pero toda historia tiene un pasado, y TODOS LOS LOGROS EN DERECHOS TIENEN UNA LUCHA, en primer lugar SOCIAL cuando la gente se arremangó y se puso a luchar desde la calle, y luego POLÍTICA desde el poder para cambiar las leyes escuchando el clamor de la calle. Como el matrimonio homosexual que es apoyado por el 60% de los ciudadanos y la cifra va aumentando. El día en que se aprobó desde la sede del PSOE en Ferraz del matrimonio homosexual Pepe Blanco dio las gracias a los colectivos gays por haberles abierto los ojos, por haber luchado para que se les escuchara y entendiera. No fue prepotente sino humilde, no echó a la cara de nada a nadie sino que de alguna forma velada pidió disculpas por no haberlo hecho antes. Se nombró a quien había luchado y se había quedado en el camino.... Y mientras oia aquellas palabras de Pepe Blanco la gente mayor que había sufrido la persecución del franquismo como criminales lloraban, pero en silencio. Como ese dolor reprimido durante años que de repente salta en un momento de euforia, con el corazón a flor de piel.

Y es bueno recordar quién apoyó a Franco y le dio más poder. Como es el caso de la "Santa" "Madre" Iglesia, que como se puede ver aquí de Santa y de Madre tiene poco. Se ha pedido perdón por no haberse opuesto a Hitler, que además un historiador hace poco descubrió que el Papa Pío XII apoyó el proyecto político nacionalsocialista de Hitler -hoy en Francia lo encarna Le Pen- y quitó de enmedio los proyectos católicos políticos que pudieran "estorbarle". La Iglesia juega a la doble moral, comete el error y luego con un perdón basta. Pero además no es que lo haya hecho ni una ni dos veces, lo ha hecho más. No sólo apoyó a Hitler que sino también a Franco, y en su día a Pinochet. Aquí se ve cómo la Iglesia apoyó a Franco, porque la Iglesia siempre está con el poder, salvo que el poder sea reacio a ella como el caso de dictaduras comunistas. Además de haber apoyado durante siglos las monarquías absolutistas donde no había ninguna libertad.

Lo que quiere la Iglesia son parcelas de poder, cuanto más mejor. Por ello no acepta el diálogo en su seno, aquéllo que sea plantear interrogantes a la doctrina oficial y salirse de la orden del Papa. Lo demás es ser una oveja descarriada. Un ejemplo claro es cómo a un jesuita que, viendo la realidad de los países pobres donde el sida destruye diariamente la vida de personas pidió que se usara el preservativo para ir previniendo el SIDA sin dejar de anunciar el mensaje de Dios, fue echado de la Ilgesia sin contemplaciones. También recuerda a otro jesuita que en el siglo XIX defendió que las mujeres fuesen iguales a los hombres, por lo que le echaron de la Iglesia y además ocurre que, como dijo una socióloga de izquierdas, la mujer a veces es la correa de transmisión de esa idea conservadora de la sociedad al haberle sido inculcada. Por ello este jesuita fue contestado por asociaciones de mujeres conservadoras que decían que de eso nada, que la mujer en casa para cuidar al marido, es decir, sin ninguna libertad. También cabe resaltar la Teoría de la Liberación - duramente represaliada por la Iglesia como se ve a su fundador, Jon Sobrino que ha sido expulsado de la Iglesia- defiende el lado más humano de Cristo y por tanto de Dios. No se necesita de un líder espiritual para "salvarse" y no ir al infierno, sino de nuestra fe, nuestro amor. El lado más humano de Jesús viene a ser el más cercano, pues el amor está con nosotros, lo conocemos. Ése es Dios.

Jesús no impuso sino que planteó, propuso. Le dijo a la gente que SU FE PERSONAL les salvaba y no la fe en una Iglesia o persona, como es el caso del Papa. Y las personas no somos ovejas, animales que sólo se basan en instintos, sino que somos PERSONAS DE CARNE Y HUESO que tenemos la CAPACIDAD DE ELEGIR, en eso consiste la libertad que tanto esfuerzo nos ha costado, y que muchas personas han dejado la vida por ello. La libertad en nuestra Constitución es el primer valor que además constituye el eje vertebral de ella. Y la libertad lleva enseguida a la justicia, el derecho a poder ejercer esa libertad de elección... A la igualdad, la libertad de poder ser como los demás, que no haya ciudadanos de primera y de segunda. PORQUE PODER ELEGIR POR NOSOSTROS MISMOS LO QUE QUEREMOS, EN QUÉ CREEMOS, ES LA DEMOCRACIA, MAL QUE LES PESE A ALGUNOS. Y ME REFIERO A LOS DE LA FOTO. En este caso una imagen vale más que mil palabras. Juzgad vosotros