martes, 29 de mayo de 2007

LA LUZ DEL CORAZÓN


Yo, en mis entrañas,
fluyo en una pasión especial,
mi ser, mi esperanza,
dejan los cielos de surcar.

Mi máscara de la felicidad
tapa mi melancólica soledad,
que maternalmente es arropada
por las sombras de la noche,
como la tristeza de las almas
que es tapada,
por las olas calmadas
gracias a los murmullos
de la soledad tardía.

La que la luz vacía,
y la oscuridad
entre misteriosos susurros,
hace que brote
entre tenues destellos luminosos
de amores prohibidos,
cuyos suspiros brillan
en el oscuro manto,
y al que los amores miran
entre llanto y llanto,
como el triste canto
de las almas que va
entre ola y ola,
y como las olas que van
entre tempestad y tempestad.

Con un paso tuyo,
el firmamento es suelo,
y el mar es tierra,
tus hondas huellas
son bellas estrellas
en el inmenso manto,
y el llanto de las olas
es el gozo de las orcas,
que saltan con la canción
de nuestro suspiro de emoción,
pues tus bellos ojos
como los de las orcas,
son tan penetrantes
que llegan a lo hondo
de mi corazón,
y descubren, perciben,
sienten
lo que hay en el fondo
de mi ser,
ves mis diamantes
al igual que mis tristes despojos,
ves, sientes, oyes, hueles,
lo que veo, siento,
oigo, huelo,
y sacas mi yo profundo
reprimido como el agua
de un pozo,
me haces ver el gozo,
lo bueno de este mundo
que se devalúa
por el paso del tiempo
entre tanta amargura,
y ya se desvanece la soledad
al igual que la máscara
de la felicidad,
pues piso la luz de las estrellas,
la luz de la esperanza,
y el alma más tierna
al oído nos canta,
el aroma de la naturaleza.

(4-2-01)
11:15

LUIS CASAS

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