sábado, 19 de mayo de 2007

Ideas en el PSOE; desde su tradición socialista a la Tercera Vía y la "democracia participativa"/2

El equipo de Zapatero, tras conquistar la secretaría general del XXXV Congreso del PSOE en unas elecciones primarias apretadas, denominó a su proyecto político enmarcado dentro del PSOE(partido socialista) y la socialdemocracia –tras la decisión de Felipe González de abandonar los planteamientos marxistas en el mismo partido socialista- Nueva Vía, teniendo como referente la Tercera Vía.

La Tercera Vía es una ideología política y económica de gobierno que, desde un punto de vista socialista o socialdemócrata, pretende aplicar políticas de desregulación, descentralización y reducción de impuestos, teniendo al social liberalismo como política económica. Está bien representada por algunos gobernantes como el primer ministro británico Tony Blair, el ex canciller alemán Gerhard Schröder, el ex primer ministro holandés Wim Kok, el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso y el expresidente chileno Ricardo Lagos.

Los partidarios de este modelo se inspiran en las teorías de Anthony Giddens y consideran que este modelo es una reforma que necesita la socialdemocracia para poder seguir defendiendo los elementos básicos del Estado del bienestar en la era de la globalización, adoptando un modelo económico de corte socio-liberal.

El auge de la Tercera Vía se debe sobre todo al agotamiento de las políticas socialistas tradicionales, sobre todo en la Unión Europea. El objetivo de la Tercera Vía es compatibilizar los valores tradicionales de centro-izquierda, como la solidaridad, la justicia social, la responsabilidad y las oportunidades, con los postulados económicos del libre mercado, como la reducción del intervencionismo y de los impuestos. La función que la Tercera Vía asigna al Gobierno es favorecer la estabilidad macroeconómica y desarrollar políticas de bienestar, pero sin intervenir directamente ni imponer políticas paternalistas. Otro punto clave es la creación de empleo, mediante la mejora de la educación y los beneficios fiscales para las empresas que asuman sus responsabilidades.

En la política internacional, la Tercera Vía intenta adaptarse a la globalización y a los nuevos retos políticos que surgieron tras el final de la guerra fría, desechando las viejas ideas y amenazas del orden bipolar, y se preocupa por los nuevos problemas, como la delincuencia organizada, el terrorismo, el tráfico de drogas y el medio ambiente.

La seguridad es vital, pero utilizando la fuerza sólo cuando sea imprescindible. La cooperación internacional y el reforzamiento de las organizaciones supranacionales, como la UE, son otros puntos clave de la Tercera Vía, pero sin renunciar a la soberanía nacional. Dentro del marco de cooperación internacional el actual dirigente del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha defendido una iniciativa conocida como la Alianza de Civilizaciones. Esta iniciativa fue propuesta en la 59ª Asamblea General de la ONU, el 21 de septiembre de 2004. Dicha propuesta defiende una alianza entre Occidente y el mundo árabe y musulmán con el fin de combatir el terrorismo internacional por otro camino que no sea el militar. Esta idea recupera la propuesta que seis años antes hacía también ante la ONU el presidente de la República Islámica de Irán, Muhammad Jatami, de desarrollar un "Diálogo entre civilizaciones", por lo cual se consideró 2001 como el año oficial y se estableció una agenda de trabajo.

El programa propuesto tiene como puntos fundamentales la cooperación antiterrorista, la corrección de desigualdades económicas y el diálogo cultural. Antes de ser asumido por la ONU, la propuesta consiguió el patrocinio del Primer Ministro de Turquía, Recep Tayip Erdogan, así como el respaldo de una veintena de países de Europa, Latinoamérica, Asia y África, además de la Liga Árabe. En febrero de 2006, por medio de una carta de la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Condoleezza Rice, el Gobierno estadounidense declaraba también su disposición a apoyar la iniciativa. Tras la adopción de la iniciativa, el Secretario General de Naciones Unidas Kofi Annan estableció un grupo de dieciocho personalidades de alto nivel (entre las que se incluyen el presidente iraní Muhammad Jatami, el Premio Nobel de la Paz de 1984 Desmond Tutu y el director de la Unesco Federico Mayor Zaragoza) para presentar un plan de acción a finales del año 2005. El 20 de octubre de 2005, las Naciones Unidas proclamaron otra resolución en la que llamaban a la comunidad internacional a hacer un mayor esfuerzo para promocionar la cultura de la paz y el diálogo entre civilizaciones. En abril de 2006, la Alianza de Civilizaciones lanzó un sitio web en inglés y árabe con el fin de coordinar los esfuerzos llevados a cabo en este sentido.

A menudo se describe la Tercera Vía como una evolución de los antiguos socialdemócratas hacia posturas mucho más neoliberales y con escasos tintes socialistas, con el objetivo de devolver al poder a los partidos socialdemócratas que han perdido las elecciones. Además, los críticos afirman que las políticas de la Tercera Vía benefician en última instancia los intereses de las grandes corporaciones, en detrimento de las clases trabajadoras y los pobres. Los defensores afirman que después del fracaso del modelo soviético de economía centralizada y planificada por el estado burocrático ha quedado demostrado el capitalismo y la economía de mercado como único generador de riqueza en un marco de libre competencia como única manera de proteger al consumidor, que este pueda siempre elegir entre varios oferentes, y el estado debe ser profesionalizado para asegurar la justicia social y la redistribución de la riqueza a través de un sistema impositivo progresivo que se vuelque en educación y salud universal, protección del medio ambiente, seguridad y justicia independiente del poder político.

Una de las familias políticas que se encuentran dentro del PSOE, y a la que también se acerca la cúpula del partido, es la Nueva Izquierda. Este movimiento plantea la revisión de los planteamientos marxistas. Defendía el acercamiento a los planteamientos del Partido Socialist Obrero Español. Finalmente los miembros de esta corriente salieron de Izquierda Unida y formaron el Partido Democrático de la Nueva Izquierda (PDNI), para acabar integrándose en el Partido Socialista Obrero Español. Diego López Garrido es el actual portavoz en el Parlamento del PSOE, quien defiende la revisión de los planteamientos marxistas, ya que ahora nos hallamos ante la globalización, que fragmente y diversifica las clases sociales, al contrario de lo que pensaba Marx. Por ello la izquierda de hoy en España, en concreto los socialistas, piensa que la sociedad pide más derechos civiles y no sólo reformas económicas. Este modelo también defiende que ciertas reformas económicas no pueden hacerse sólo a nivel nacional, sino que también han de hacerse a nivel internacional; en el caso de España al nivel europeo. O sea, la izquierda de hoy busca superar la vieja tradición marxista, socialista y comunista, ya que la consideran muy economicista y estatista.

De ahí se desprende que el proyecto de Zapatero, en sus propias palabras, ha abandonado la idea de superar al capitalismo y enfoca sus ideas en renovar el proyecto del estado del bienestar, más en la línea que tradicionalmente el PSOE ha seguido del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD). Es decir, en el marco del capitalismo, del libre mercado crear un estado del bienestar donde el gobierno redistribuya la riqueza y alguna parte de ella vaya a parar a los menos favorecidos. De este modo el proyecto de renovación del estado del bienestar pasa por formar y consolidar un “cuarto pilar” dirigido a millones de personas (mujeres, enfermos, discapacitados, ancianos solos…) que tienen derecho a no ser dependientes. Esta idea se recoge en la Ley de Dependencia impulsada por el actual ejecutivo. Los otros tres pilares clásicos son la sanidad, las pensiones y la educación.

Por esta vertiente, dentro del mercado liberal, claramente social, el propio Zapatero se autodefine como demócrata social más que socialdemócrata. Para Zapatero, "El programa de una izquierda moderna pasa por una economía bien gobernada con superávit de las cuentas públicas, impuestos moderados y un sector público limitado. Todo ello, conjugado con la extensión de los derechos civiles y sociales".

Más allá de la democracia social y la Tercera Vía el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que es quien lidera la política del partido que está en el gobierno, tiene un referente teórico en el que basa su acción de gobierno y del PSOE; Philip Pettit. Este filósofo y politólogo irlandés propone un sistema político de “checks and balances” (controles y equilibrios) al estilo federalista, no al francés. Sus ideas se pueden resumir en varios puntos:
1.- “Republicanismo”: propugna que las personas son ciudadanos, no súbditos, y que por lo tanto nadie tiene derecho a decidir sobre la vida o libertad de otra persona

2.- El Estado tiene el poder, precisamente para evitar que unos fuertes tomen como súbditos a unos débiles. ¿Pero quién limita el poder del Estado para que no sea despótico? Pues los medios de comunicación libres, la transparencia informativa y los ciudadanos a través de movimientos sociales y organizaciones, que se dejan oír en los medios de comunicación.

3.- Es importante que el Estado garantice y promueva la libertad e independencia de los medios y también de las asociaciones y ONGs, que haya voces discordantes. Serán los mecanismos de control al poder. La TV, la prensa, ha de ser monitorizada por entes independientes, los mandatos de los directores de la TV no han de coincidir con los cambios de gobierno. Las instituciones públicas han de recoger “el sentir de la otra parte”.

4.- La tradición republicanista es el federalismo, no el jacobinismo francés. La idea de Rousseau (tomada de absolutistas como Bodin o Hobbes) de que hay una voz monolítica del pueblo soberano es desastrosa: la voz del pueblo es plural, son muchas voces que deben poder expresarse, y el poder ha de tender a estar dividido, siempre en un proceso de control y equilibrio.

5.- El republicanismo no es incompatible con la monarquía: Rousseau acertaba al decir que una monarquía en la que el Rey se somete a la ley y hay un Estado de Derecho debe ser llamada república. Lo importante es la libertad, y libertad es no ser súbdito de nadie.

6.- El Maquiavelo de los Discursos (no el de El príncipe), tenía razón al decir que las buenas leyes generan buenos hábitos, y los buenos hábitos buenas leyes; hay que promover este círculo virtuoso.

7.- EEUU carece de contrapoder; es peligroso para el mundo esta falta de equilibrios. Los pequeños países deberían aliarse: a la Unión Europea no le queda más remedio y cada vez verá más necesaria su vocación de contrapoder.

8.- Los Gobiernos han de crear redes de control de las grandes corporaciones multinacionales y obligarlas a jugar con determinadas reglas, no dejar que ellas las impongan.

9.- La globalización no es compatible con el protectorismo y las enormes subvenciones de los países ricos a sus sectores agrarios o manufactureros al mismo tiempo que obligan a los pobres a abrir sus mercados.

10.- Hay tres principios básicos en democracia: elecciones por un periodo limitado, separación de poderes y estado de derecho aplicable a todo el mundo.

La defensa de estas ideas se puede verificar en una entrevista con el sociólogo José Andrés Torres Mora donde afirma; “Lo que nos sedujo de la tradición del pensamiento republicano y de la reflexión de Pettit fue la definición teórica de la libertad como no-dominación. En la práctica, significa apostar en primer lugar por las políticas de igualdad – ante todo el rol social de las mujeres, y luego el de las minorías (homosexuales, inmigrantes, etc.)--, sin olvidar el conjunto de los derechos de la ciudadanía para todas las clases y grupos sociales”.

Además, el PSOE de Zapatero está enmarcado en la Internacional Socialista, la cual tuvo su última reunión el 15 y 16 de enero de 2007 en Nueva Delhi, en la India. En este última reunión el punto de convergencia en las discusiones fue la necesidad de hacer en la región del sur de Asia lo que el movimiento socialdemócrata ha hecho en otras partes del mundo a nivel nacional: crear un consenso para asegurar que los intereses de aquéllos que son dejados de lado sean atendidos y protegidos, con una preocupación por la pobreza, un énfasis en el empleo, la salud, la educación, la igualdad de género, la defensa del medio ambiente y una mayor igualdad en las relaciones económicas internacionales. Este último punto se puede reflejar en la defensa de un mundo multipolar por parte de líderes como Bachelet o Rodríguez Zapatero, frente a un mundo unipolar gobernado por Estados Unidos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola! Me ha gustado el artículo, soy estudiante de Ciencias Políticas y me parece interesante desde una perspectiva teórica.
Creo que tiene algunos fallos, el republicanismo choca necesariamente con la monarquía, es inevitable, y no es aconsejable montar argumentos de alta ingeniería. No sirve.
Me gusta la crítica a la tercera vía de Giddens. Te recomiendo leer un libro de Jordi Sevilla que sobre el nuevo socialismo, que no recuerdo cómo se llama.
Este verano voy a escribir un articulo larguillo (10 páginas o así) sobre el marxismo y su aplicación actual. Si te parece, contestame a este comentario y te paso mi derección. Si no te interesa..., bueno, que sepas que tu reflexión es bastante acertada.